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jueves, 29 de mayo de 2008

La familia Carótida.

En Villaverde de la Cueva, sí, allí donde había varios casamenteros, vivía la familia Carótida.

El señor Libreto Carótida trabajaba en una fábrica de calcetines, “El Remiendo”. La cosa siempre había ido bien llevaba más de 10 años en la fábrica. Tenía un puestecito ya dentro. Le encantaba acudir a la Taberna de Paco a tomar café y tostada cada mañana. Y como él, casi toda la fábrica. Gracias a la fábrica de calcetines “El Remiendo”, Paco tenía el negocio en todo lo alto.

Libreto tenía una hipoteca, como buen español. Además, como pagaba bien la hipoteca, hace tres años se compró un coche. Le costó 25.000 €, pero como no tenía ahorrado, el banco le prestó el dinero.

Libreto y familia tenían costumbre cada 15 días en acercarse a la ciudad para ir a El Corte Inglés. Compraban una vez un jersey, otra vez cartuchos para la impresora, otra vez un abrigo,… Siempre había algunas cosas pendientes de comprar, y aprovechaban el viaje. Como siempre, cada vez caía algo que no estaba previsto. Una vez entraron a por unas toallas, y se llevaron un ordenador nuevo (esta frase me la dijo un amigo bloggero hace años en una carta desde si lugar de veraneo, y me hizo tanta gracia que aún la recuerdo).

Han pasado tres años, la hipoteca le ha subido 250 euros, la letra del coche también ha subido. Compró unos muebles a plazos y aún no los ha terminado de pagar. Libreto comienza a ver cómo la economía familiar se resiente.

Pero no pasa nada, hay que atarse el cinturón y ya está. Como la gasolina está imposible, y los préstamos agobian tanto, han decidido restringir las visitas a la ciudad. Ya no visitan El Corte Inglés más que una vez al mes. Incluso hay veces que salen sin compras. Todo está carísimo, y hay que apretarse el cinturón. Ahora hay que estirar con el abrigo que en otro tiempo parecería ya pasado de moda.

Y como Libreto, muchos españoles acuden cada vez menos a El Corte Inglés. El Corte Inglés ha visto cómo la venta de calcetines ha bajado enormemente. Con lo cual, deciden llamar a uno de sus principales proveedores, la fábrica de Villaverde de la Cueva “El Remiendo”, para comunicarles que reduzcan sus envíos a la mitad, que ya no se venden tantos calcetines.

La fábrica, que empleaba a Libreto y a 50 personas más, ve cómo sus beneficios se reducen enormemente, y no tiene otra que reducir personal. Libreto y 8 más quedan despedidos. Sí hay una indemnización, pero la situación se pone fea. 9 personas al paro. 9 personas que deciden que ya no pueden ir, no ya una vez al mes, sino ninguna, a El Corte Inglés. 9 personas menos para La Taberna de Paco, que ve cómo sus desayunos se reducen y decide despedir a Sisebuto, camarero que llevaba 3 años con él. Otro más que dejará de ir a El Corte Inglés.

Como El Corte Inglés ve que de nuevo se reduce la venta de calcetines, comunica de nuevo a “El Remiendo” que hay que reducir los envíos. “El Remiendo” pierde dinero. Despide a más gente, que deja de acudir a La Taberna de Paco, que despide a más camareros, y todos ellos dejan de ir a El Corte Inglés.

¿Sigo?

Y el Gobierno, ¿hace algo? Sí: “regalar” 400 euros. Libreto aún no ha decidido qué hacer con ellos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Pues nada, nos dieron el circo del chiquilicuatre y ahora el pan, o la migaja. Supongo que nos callaremos las bocas