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viernes, 28 de noviembre de 2008

El árbol de Navidad (reposición).

Se nos acerca la Navidad. Se nos acerca la época en la que muchos desempolvamos adornos, figuritas,... y el árbol de Navidad.

El árbol es un adorno que ha arraigado en España bien entrado el siglo XX. Pero, ¿sabemos qué origen tiene? Ciertamente hay mucho desconcierto acerca de esta adorno navideño.

Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de su dios del sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, en cuya copa se hallaba el Cielo: Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla; y en las raíces más profundas estaban los infiernos. Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la idea del árbol cambiándole totalmente el significado.

Se dice que san Bonifacio, evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al árbol del Universo, y en su lugar plantó un pino que por ser perenne, símbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas; las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

En cuanto al significado cristiano, el árbol mismo recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo vino a ser Mesías prometido para la reconciliación. La forma triangular del árbol, representa a la Santísima Trinidad. Los adornos simbolizan los dones de Dios a los hombres, mientras que la estrella representa a la de Belén. Ya que el árbol debe ser perenne, representa a la vida eterna...

Como vemos, es un error pensar que volvemos a copiar costumbres americanas. Más bien es una copia de costumbres noreuropeas, pero con gran arraigo y significado cristiano desde hace ya muchos siglos.

martes, 25 de noviembre de 2008

El crucifijo vulnera derechos constitucionales.

Así de a gusto se despacha el juez de Valladolid que a solicitud de un grupo de padres, que se hacen llamar algo así como plataforma laica, ordena al Colegio en cuestión que retire los crucifijos de las aulas, así como otros elementos cristianos (imagen de la Virgen, por ejemplo).

Yo no lo entiendo, creo que estamos en un país de tarados. Sí, de auténticos tarados. Ya me alarma que un juez de lo contencioso, que no son precisamente los que menos trabajo tienen, admita a trámite semejante recurso. Más me alarma, claro está, que termine fallando del modo en que lo hace.

Se basa el juez en que la presencia de elementos religiosos vulnera derechos como el de la igualdad o el principio de aconfesionalidad del estado. Ya quisiera yo saber en qué se siente menoscabado el derecho a la igualdad.

El juez patina de una manera realmente sospechosa, dejándose llevar por la memez esa de que España es un país laico. El susodicho juez menciona, y no pocas veces, que es importante vislumbrar "la laicidad y neutralidad del estado". Señoría, NO. Lease la Constitución, lo que es España es un país aconfesional, que no es lo mismo que un país laico. Si quiere, mándeme un mail y le explico la diferencia, que no es difícil.. Señoría, tanto griterío mediático le está nublando el sentido común.

Sí mermaría el derecho a la igualdad el hecho de que un grupo de padres de alumnos, por ejemplo, budistas, solicitasen que además del crucifijo apareciese una imagen de Buda en el aula. Si lo piden, no veo en qué perjudica el hecho de que también esté presente.

Lo dicho, que hay que estar tarado del todo para gastarse el dinero y el tiempo en demandar a un Consejo Escolar porque no quiso retirar los crucifijos.

Hay que estar tarado para sentirse tan ninguneado como para acudir a un juez por el hecho de que haya un crucifijo en las aulas del colegio de turno.

Y hay que estar tarado para resolver como lo ha hecho el juez.

Ahora vendrá el rojerío radical a decirme que no respeto las decisiones judiciales, una frase de moda. Una cosa es respetar, y otra, compatible con ésta, es criticar y opinar, e incluso calificar de un modo u otro. El respeto está únicamente en el cumplimiento de lo ordenado por el juez y el sometimiento al ordenamiento. Pero, repito, eso no está reñido con la crítica. Siempre digo lo mismo: claro que las respeto, de hecho no voy a ir a mandar al cuerno al juez. Cosa que, sin embargo, no sucede cuando un montón de jueces dictan sentencias favorables a las solicitudes de objección de conciencia en materia de Educación para la Ciudadanía. A esos no hay que respetar. Tampoco hay que respetar al juez que cree que no debe resolver favorablemente una adopción a favor de parejas del mismo sexo. No, ese es un loco fascista que hay que eliminar.

El rojerío como siempre: se respeta al que piense como ellos.

Y encima, José Blanco. Dice que es creyente y que por tanto debe estar a favor de que desaparezcan los signos religiosos de los centros escolares. Demencial Blanco, demencial.

Pues nada, como conclusión, debo pedir coherencia. Coherencia para la izquierda radical (no hay otra) de este país: quiero que soliciten de una vez a los jueces de cada lugar que prohiban la Semana Santa, que se eliminen las procesiones, que son realmente dañinas. Que su igualdad en esa Semana está seriamente dañada.

Quiero pedirles que soliciten a la Junta de Andalucía que prohiban las romerías como el Rocío o la de la Virgen de la Cabeza. Hombre, por favor, a dónde vamos a parar.

Quiero pedirles que soliciten de una vez por todas que sustituyan la Lotería de Navidad por la Lotería de Invierno, y que dejen de ser fiestas días como el 25 de diciembre, el 8 de diciembre, el 1 de noviembre,...

Quiero requerirles a fin de que inicien una campaña, que se podía llamar: "a mis hijos no les traen nada los Reyes, que eran cristianos; porque les daña la igualdad".

Quiero pedirles tantas cosas, que me parece que no caben aquí.

En fin, qué tiempos nos ha tocado vivir.

domingo, 23 de noviembre de 2008

La autopista fue el autoatasco (y II).

Me respondieron al mail de protesta. Sí. Tardaron un par de días en buscar una escusa. ¿Cuál fue? Pues que como la obra era del Ministerio de Fomento, que reclamase al Ministerio de Fomento.

Con más indignación que Garzón cuando se enteró que Franco había muerto hacía más de 30 años, les contesto diciendo que mi protesta no es contra una obra, sino contra la ausencia de aviso y señalización del gran atasto que me esperaba, y que de haberlo sabido no habría entrado en la autopista.

Este segundo mail no ha sido contestado. Ellos buscan recaudar, recaudar y nada más que recaudar. Esas 3 cosas.

Y tal y como les avisé en mi mail, les declaro la guerra, abierta y en todos los frentes. Yo abandono la costumbre de ir por la autopista. Y la abandono yo y os invito a todos a que reflexiones sobre el abuso que sufrimos por parte de AUMAR, en un peaje que hace años que debía haber desaparecido, y que sólo se mantiene por la gracia del petardo de Chaves, que se lo prorroga una vez tras otra. ¿A cambio de algo? ¡Qué mal pensados sois!

Os invito a difundir esta idea, la carretera sin peaje no es la de hace años, está mucho mejor y casi todos los tramos son de dos carriles.

Vamos todos a la Nacional, que le den morcilla a AUMAR y su peaje caduco.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Atascos matutinos.

Esta mañana me he decidido a escribir sobre un asunto del que hace mucho que quería escribir. Suelo salir de mi casa, en Dos Hermanas, entre las 7:30 y las 7:40. Normalmente invierto en mi trayecto a la Plaza Nueva de Sevilla (pleno centro) media hora. No está mal, teniendo en cuenta que hablamos de ir al pleno corazón de la ciudad sevillana.

Sin embargo, hay días, como hoy, que tardo más de lo habitual. Y esos días, como el de hoy, siempre me encuentro con dos retenciones: cruce de Palmera con Bueno Monreal, y cruce del Cristina.

Esta mañana, cuando he visto el atasco fuera de lo normal cerca de Bueno Monreal, he mirado a mi mujer y le he dicho: "otra vez". Y sabía que no me equivocaba. Al acercarnos al cruce veo dos policías locales "regulando" (debería decir desregulando) el tráfico. Paso a diario por allí y cada vez que un policía local aparece, la cosa se pone para echarse a temblar. Pero es que para más inri, habían colocado el vehículo policial en uno de los carriles de Bueno Monreal, de modo que todo aquel que girase de la Palmera a Bueno Monreal se encontraba con que debía cambiar de carril....pero claro, por el otro carril venían más coches. Estos inútiles de uniforme, además del atasco, estaban provocando un embudo de dos pares de narices.

Una vez pasado el trance, y cuando nos acercábamos al Cristina (frente a la Torre del Oro), veo que me cuesta acercarme al semáforo, porque veo que dura demasiado en rojo. Cuando uno pasa a diario por un semáforo, sabe perfectamente si de pronto la duración cambia. Miré a mi mujer y le dije: "otra vez". Y tampoco me equivoqué esta vez. Efectivamente vi a otro de estos inútiles de uniforme "jugueteando" con la frecuencia de cambio de los semáforos, operando con el sistema manual de cambio que hay en cada cruce.

Tras este cruce: sin problemas en el tráfico. Claro, no me tropecé con más inútiles aprendices de jugadores de semáforos vestidos de uniforme.

La media hora de cada día se transformó en casi 50 minutos, por obra y gracia de 3 ineptos cuya utilidad pública está más perdida que el sentido común de Garzón.

martes, 18 de noviembre de 2008

La autopista fue el autoatasco.

Demencial. Y con esa palabra podría cerrar la entrada. Es que fue así, demencial.

El domingo volvía de San Fernando (encima empatamos con el Portuense) hacia Sevilla, como siempre me incorporé a la autopista y con la radio escuchando el fútbol iba descontando kilómetros a medida que me iba acercando a Sevilla.

A 1,5 km. del peaje (que está en Lebrija, a escasos 40 km. de Sevilla) veo en el arcén un vehículo de AUMAR (empresa concesionaria de la autopista) con luces intermitentes anunciando retención.

"Qué raro" - pensé - "si esto pasa nada más que en verano". "Será poca cosa" - me dije.

Craso error. Tardé 1 hora y cuarto en franquear el kilómetro que me faltaba para llegar al peaje. Con un cabreo monumental, allí la gente estaba histérica. Le sugerí a la amable señorita que se disponía a cobrar que debería pagarle menos por el atasco sin señalizar. Oye, me dijo que no.

Varias señoras bajaban de sus coches y se dirigían al tipo del peto amarillo fosforito, y de buenas maneras le decían que esto era una chorizada. Yo, desde mi coche, les hacía los coros, apoyando sus protestas.

El caso es que pagué a regañadientes. Pensé que ahí acababan mis penas. Craso error. Al kilómetro pasado le quedaban 4 kilómetros más que tardé una hora y cuarto en recorrer.

El caso es que, entre pitos y flautas, tardé cuatro horas en llegar a mi casa, reventado y con un dolor de rodilla y espalda considerable.

Ayer lunes les mandé un mail a los de AUMAR, pero deben estar muy ocupados porque no me han contestado.

Yo ya he decidido que de entrada no voy a coger más la autopista, la AP4 queda prescrita para mí, al menos durante los meses que me dure el cabreo.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Parón temático.

Es una obviedad que hace tiempo no actualizo el blog.

No está abandonado ni nada que se le parezca. Sucede que estoy en una racha fuerte de trabajo y además, otras cosas acaparan mi tiempo libre. En este caso es la música. Ando liado grabando nuevas canciones (algunos saben que componer y grabar es uno de mis aficiones) y esto requiere mucha pero que mucha dedicación.

Tengo temas en la recámara, y será más pronto que tarde que retome la actividad en el blog. Cualquier día empiezo de nuevo a escribir.

Sobre todo viendo que aquí sigue entrando gente, a un ritmo que jamás hubiese soñado.