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martes, 25 de noviembre de 2008

El crucifijo vulnera derechos constitucionales.

Así de a gusto se despacha el juez de Valladolid que a solicitud de un grupo de padres, que se hacen llamar algo así como plataforma laica, ordena al Colegio en cuestión que retire los crucifijos de las aulas, así como otros elementos cristianos (imagen de la Virgen, por ejemplo).

Yo no lo entiendo, creo que estamos en un país de tarados. Sí, de auténticos tarados. Ya me alarma que un juez de lo contencioso, que no son precisamente los que menos trabajo tienen, admita a trámite semejante recurso. Más me alarma, claro está, que termine fallando del modo en que lo hace.

Se basa el juez en que la presencia de elementos religiosos vulnera derechos como el de la igualdad o el principio de aconfesionalidad del estado. Ya quisiera yo saber en qué se siente menoscabado el derecho a la igualdad.

El juez patina de una manera realmente sospechosa, dejándose llevar por la memez esa de que España es un país laico. El susodicho juez menciona, y no pocas veces, que es importante vislumbrar "la laicidad y neutralidad del estado". Señoría, NO. Lease la Constitución, lo que es España es un país aconfesional, que no es lo mismo que un país laico. Si quiere, mándeme un mail y le explico la diferencia, que no es difícil.. Señoría, tanto griterío mediático le está nublando el sentido común.

Sí mermaría el derecho a la igualdad el hecho de que un grupo de padres de alumnos, por ejemplo, budistas, solicitasen que además del crucifijo apareciese una imagen de Buda en el aula. Si lo piden, no veo en qué perjudica el hecho de que también esté presente.

Lo dicho, que hay que estar tarado del todo para gastarse el dinero y el tiempo en demandar a un Consejo Escolar porque no quiso retirar los crucifijos.

Hay que estar tarado para sentirse tan ninguneado como para acudir a un juez por el hecho de que haya un crucifijo en las aulas del colegio de turno.

Y hay que estar tarado para resolver como lo ha hecho el juez.

Ahora vendrá el rojerío radical a decirme que no respeto las decisiones judiciales, una frase de moda. Una cosa es respetar, y otra, compatible con ésta, es criticar y opinar, e incluso calificar de un modo u otro. El respeto está únicamente en el cumplimiento de lo ordenado por el juez y el sometimiento al ordenamiento. Pero, repito, eso no está reñido con la crítica. Siempre digo lo mismo: claro que las respeto, de hecho no voy a ir a mandar al cuerno al juez. Cosa que, sin embargo, no sucede cuando un montón de jueces dictan sentencias favorables a las solicitudes de objección de conciencia en materia de Educación para la Ciudadanía. A esos no hay que respetar. Tampoco hay que respetar al juez que cree que no debe resolver favorablemente una adopción a favor de parejas del mismo sexo. No, ese es un loco fascista que hay que eliminar.

El rojerío como siempre: se respeta al que piense como ellos.

Y encima, José Blanco. Dice que es creyente y que por tanto debe estar a favor de que desaparezcan los signos religiosos de los centros escolares. Demencial Blanco, demencial.

Pues nada, como conclusión, debo pedir coherencia. Coherencia para la izquierda radical (no hay otra) de este país: quiero que soliciten de una vez a los jueces de cada lugar que prohiban la Semana Santa, que se eliminen las procesiones, que son realmente dañinas. Que su igualdad en esa Semana está seriamente dañada.

Quiero pedirles que soliciten a la Junta de Andalucía que prohiban las romerías como el Rocío o la de la Virgen de la Cabeza. Hombre, por favor, a dónde vamos a parar.

Quiero pedirles que soliciten de una vez por todas que sustituyan la Lotería de Navidad por la Lotería de Invierno, y que dejen de ser fiestas días como el 25 de diciembre, el 8 de diciembre, el 1 de noviembre,...

Quiero requerirles a fin de que inicien una campaña, que se podía llamar: "a mis hijos no les traen nada los Reyes, que eran cristianos; porque les daña la igualdad".

Quiero pedirles tantas cosas, que me parece que no caben aquí.

En fin, qué tiempos nos ha tocado vivir.

7 comentarios:

desahogandome dijo...

"Hay que estar tarado para sentirse tan ninguneado como para acudir a un juez por el hecho de que haya un crucifijo en las aulas del colegio de turno."

Hay que tener escasa empatía para insultar de esa manera, e imagino que conocer de primera persona al interesado (los interesados, porque me sumo a que a mi hija no la eduquen bajo un crucifijo).

Gonover dijo...

Busca en el diccionario la palabra tarado, verás que no es un insulto.

Insultar sería, por ejemplo, decirle gilipollas, o cosas así.

Como sabía que la cosa iría por aquí la respuesta (puesto que no admite ningún argumento) ya me adelanté y me aseguré que la palabra tarado no es un insulto, sino un estado de las facultades psíquicas...

Jesús dijo...

No voy a entrar en la clase de "tara" mental, que puede llevar a ver cosas muy simples de un modo tan distorsionado.

Cosas como los símbolos religiosos de religiones ampliamente difundidas, debe ser algo que el Centro educativo pueda elegir tener o no tener.

¿En qué ofende? ¿anticonstitucional?
¿No podrían ofenderse estudiantes de origen iberoamericano porque su colegio se llame Hernan Cortés?
Algunos podrían sentirse ofendidos.

Imaginemos que para mi el deporte Rey es el futbol. ¿Me sentiría ofendido porque en el colegio de mi hijo haya canastas en vez de porterias?

NO SON ejemplos tontos. Son otros elementos culturales, que deben ser libre elección de los centros, que siempre estarán dispuestos a escuchar a una mayoría de padres con distinta opinión.

A una mayoría, No a cuatro traumatizados con su cura/ maestro de los años 50 del siglo pasado.

Como diría Borges ¡Que país!

Jesús dijo...

Forges, quise decir

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Gonover. Lo que más falta hace en este pais es sentido común, que parece que lo hemos perdido. Esta extrema izquierda que nos ha tocado vivir tiene como máxima la tolerancia, siempre y cuando pienses lo mismo que ellos. Si no es así, eres un fascista. Así nos va. Me alegro de que no te callen.

Anónimo dijo...

Quiero decir, me alegro de que no te muerdas la lengua, aquí, en el blog del Jardi, o en cualquier otro sitio.

Anónimo dijo...

Y digo yo.Si los Consejos escolares son democráticos, y si estos aprueban, o no, la retirada, o la permanencia, de símbolos religiosos, ¿por qué no se conforman con la decisión democráticamente adoptada?

No es la izquierda tan democrática como dicen, o eso parece.

Menuda panda de tíos raros.

Paco.