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martes, 13 de mayo de 2008

La Virgen de Fátima.


Hoy ha sido 13 de mayo, aún queda algún resquicio del día. Hoy ha sido el día de la Virgen de Fátima. Siempre he tenido gran devoción por la Virgen de Fátima, más si cabe desde este verano pasado, cuando por primera vez visité el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Y digo verano bien, la foto es en pleno mes de julio. Pero creedme, frío hacía tela.

Corría el año 1.917. Eran tres niños, sencillos pastorcillos. Francisco, Jacinta y Lucía. Y a ellos se les apareció la Madre de Dios.

Aunque más o menos conocía la historia, compré dos o tres libros sobre Fátima, y las memorias de Sor Lucía (que falleció en 2.005). Son lecturas muy recomendadas, porque lejos del fatalismo que muchos iluminados le dan al mensaje de Fátima, lo que hay es un mensaje de amor, de esperanza, que no podemos rechazar. Es el mensaje del Evangelio, tal y como dijo Juan Pablo II. Ni más, ni menos. Lo cierto es que a nadie deja indiferente.

En las seis oportunidades en que María se presentó a los niños, empezando el 13 de mayo de 1917 y culminando el 13 de octubre del mismo año, se fueron acercando en cantidad creciente testigos deseosos de ver a María. En la ultima aparición, setenta mil personas acompañaron a los niños en su diálogo final con nuestra Madre Celestial.

Durante las apariciones, mientras los pastorcitos dialogaban con la Madre Celestial, los testigos veían una nube sobre la pequeña encina en la que se posaba María. También sentían un sonido peculiar, como un leve zumbido, y veían como se arqueaban las ramas del árbol ante el peso de algo que era invisible para ellos.

María anunció a los videntes que en su última aparición, del 13 de octubre, daría una prueba de Su Presencia. Y así fue: los setenta mil asistentes presenciaron el milagro del sol, el que fue visto desde distancias de hasta cuarenta kilómetros de la Cova de Iría.

Hay multitudes de webs en las que se contiene la historia completa de Fátima, os las recomiendo. Y más recomiendo una visita al Santuario, con una pequeñísima predisposición, será fácil sentir lo que sólo en muy pocos sitios se siente.

Yo lo sentí.

EDITO: Se me olvidó poner links a las webs que comentaba. ¡Qué cabeza!

Podéis visitar esta, o esta otra, o esta de aquí. Hay más, pero con estas tres se puede uno hacer una idea bastante completa del tema propuesto.

1 comentario:

Natalia Pastor dijo...

Yo fuí a Fátima hace muchos años, como doce o así, y fue una experiencia maravillosa.