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jueves, 1 de mayo de 2008

Badajoz.

Invitado por mi amigo Emilio a su boda, tengo la oportunidad de descubrir una nueva ciudad: Badajoz. Lástima que al final acudí casi con el tiempo justo y apenas sí pude ver un par de calles de la ciudad.

Camino de Badajoz paramos en SANTA OLALLA DEL CALA. Está a 70 kilómetros de Sevilla, y aquí se pueden desayunar unos inmejorables churros. Merece la pena desviarse de la nueva autovía para probar los churros que ponen. Importante, a medida que nos acercamos de las afueras del pueblo al ayuntamiento, crece la calidad del churro. Es así.

Y en un pequeño paseito llegamos al castillo de Santa Olalla.


BADAJOZ. Como decía, apenas tuve tiempo para pasear a la hora de comer cerca de la catedral, donde luego era la boda. Sí destacaré que tapear por Badajoz trae cuenta. La calidad de los bares es notoria, no sabría destacar alguno por encima de los demás.

Si tenéis alguna boda en Badajoz provincia, yo ya he tenido dos, no olvidéis que la pitanza en estos lares es tremenda. Os aconsejo estar un par de días antes a dieta blanda, porque el atracón está asegurado, y la calidad: suprema.

Extremadura está siendo un auténtico descubrimiento para mí en los últimos años, merece muchísimo la pena pararse a descrubrir tantos y tantos pueblos y ciudades que albergan mucha más historia de la que uno podría imaginar. Y ni que decir tiene la variedad monumental de esta región.


He aquí una vista del lateral de la Catedral.

2 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

La familia de mi marido es de Badajoz, y yo voy muchísimo.
La próxima vez que vayas, te recomiendo dos sitios para comer; "Marchiverito" y "Galaxia", y para tomar unas copas ag usto, en un ambiente tranquilo y relajado, un pub llamado "Big Ben",junto a la Plaza de Conquistadores.

Gonover dijo...

Muchas gracias Natalia, pero.... pelín tarde tu recomendación... Jajajaja.

La verdad es que no me acuerdo de cómo se llamaba el bar donde comimos.