Un año de "El Rincón Desordenado".

Cumple un año este blog, que tal y como preveía en un principio (de ahí su nombre) no iba a tener una temática, sino que más bien iría por derroteros varios.

Para recordar esos principios, rescato el primer post (no el de inauguración).

Su sonrisa

Dando vueltas me encontraba a qué tema utilizaba para dar el pistoletazo de salida a este blog (la otra entrada era, digamos, la salida neutralizada).

He pensado que es de justicia que hable de Su Sonrisa.

Fue una noche de enero, y fue lo primero que vi, también fue lo primero que me cautivó. Y lo sigue haciendo seis años y medio depués de aquella noche de enero.Cada tarde al volver del trabajo aparece nada más llegar a casa, cada vez que mi ánimo se va de paseo y me abandona, aparece y le obliga a volver conmigo.

Si un día la tristeza le da por visitarme, aparece y la despide como se despide a un intruso.Es de justicia que hable de esa sonrisa que me enamoró, y que me enamora cada día que pasa.Esa sonrisa me dice que pasará a mi lado toda la vida, me dice que no se desvanecerá con el paso de los años. Y yo la creo. Creo a esa sonrisa que vi aquella noche de enero.A veces parece que me olvido de ella, parece que fallo, pero siempre me perdona antes de que sepa si realmente fallé.

A veces trato de escribir algo que describa lo que siento cuando la veo, a veces busco palabras que hagan justicia a mis sentimientos, pero casi nunca logro encontrar la palabra perfecta, el verso adecuado.

Una vez escribí y puse música a esto:

Cómo decir que eres todo para mí
el sueño que nunca tuve, y ahora sí.
Cómo decir que he vuelto a ver el sol
que he vuelto a ser feliz gracias a ti.

Será que tú eres mi estrella
mi amuleto, mi secreto, mi razón;
eres mi bendición.
Será que tú eres mi tiempo,
mi moneda de la suerte, mi rendición;
también eres mi canción.

Cómo decir que el tiempo ya no pasa en mí
desde que te instalaste aquí, sin avisar.
Cómo decir que voy en una dirección,
me guía sólo tu amor, sólo tu voz.

Será que tú eres mi estrella
mi amuleto, mi secreto, mi razón;
eres mi bendición.
Será que tú eres mi tiempo,
mi moneda de la suerte, mi rendición;
también eres mi canción.