Incompatibles. O al menos en teoría. Así debiera ser. En buena lógica, ya que si atendemos a las prioridades de la izquierda, vemos como chocan frontalmente con la fe islámica. Sin embargo, vemos como día a día se guiñan muchos ojos por parte de la izquierda al mundo musulmán.
Hace poco, en Sevilla, el señor Torrijos (IU) acudía a una manifestación convocada para reivindicar la construcción de una mezquita, cuya ubicación está siendo un tremendo problema para la comunidad musulmana, ya que ningún barrio quiere tenerlos como vecinos.
Pero veamos las prioridades de la izquierda y por las que entiendo que no caben en la misma habitación que los islámicos. Por un lado, acaban de aprobar fervientemente una ley por la que el aborto deja de ser un delito y se pretende configurar como un derecho. Por otro lado, casi lo primero que hizo el PSOE al llegar al gobierno fue aprobar la ley por la que las personas del mismo sexo pueden contraer matrimonio. Y con estos dos ejemplos me vale. Conocido es que la religión islámica rechaza de plano el aborto, y más aún la homosexualidad. Y no rechaza la homosexualidad como algo que afecta exclusivamente al ámbito religioso, ya que incluso (dependiendo de los países) es considerado como un delito incluso penado con la muerte.
Pero no es en las diferencias donde debemos buscar las claves, obviamente, para entender semejante alianza antinatura. Habría que buscar los puntos donde se encuentran para poder asumir que caminan de la mano, a pesar de las diferencias. Sin duda, el odio al Cristianismo, y a Estados Unidos, son puntos rentables para la izquierda. Justo los dos pilares sobre los que se basa el ansia expansionista del Islam. Por otro lado, y en sentido práctico, el crecimiento de la población inmigrante procedente de países islámicos nos sitúa en un nicho electoral de futuro muy importante. Ya que muchos acceden a la nacionalidad en cuestión de unos años. A la hora de votar, éstos ya han identificado a la izquierda como el sector político que se acerca al Islam, y sin pararse a pensar en otras cuestiones, al ver que odian y persiguen al cristianismo (curiosamente, jamás al Islam), lo ven como un voto adecuado.
Así las cosas, queda claro que esta alianza no escrita supone, no sé si con desconocimiento para la izquierda, un auténtico peligro para nuestra civilización, porque el Islam, lejos de querer integrarse en occidente, aspira a destruir todo vestigio de nuestra cultura, se niega a aceptar en sus países un trato al no musulmán que se parezca al que el musulmán recibe en un país occidental. Es un peligro porque el avance poblacional que tienen en Europa les sitúa en una posición de ventaja de aquí a apenas 50 años.
Lo dicho, que da la impresión de que hay políticos que sólo miran el hoy, que incluso por gobernar mañana, son capaces de vender a su madre. Veremos qué nos depara el futuro.
3 comentarios:
Ese es el problema, qué haremos los jóvenes, carentes de unos valores reales que si intuimos y que buscamos pero no encontramos, en un futuro no muy lejano?
Yo tampoco entiendo la tolerancia de cierta parte de la izquierda con lo peor del Islam. Es una relaciín contra natura que dinamita los principios del socialismo.
En fín, ellos sabrán quienes son sus amigos. Pero que no digan mañana que hoy no se les advirtió o no lo sabían...
Un saludo
Tal vez las diferencias mencionadas se solucionen, de acuerdo con la ortodoxia marxista, en el momento en que los musulmanes dejen de ser un "pueblo oprimido" y alcancen el estado socialista. Entonces, y solo entonces, se volverían ateos automáticamente, y dejarían de apedrear esposas infieles y ahorcar adolescentes homosexuales; cosas que, por supuesto, sólo hacen por el estado de alienación en el que se encuentran ante Europa, EEUU y el capitalismo.
Así deben pensar algunos para establecer este tipo de alianzas.
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