Si había alguna duda al respecto, el fútbol español ya se queda configurado como una competición entre Barcelona y Real Madrid, y 18 equipos que tratarán de acercarse un poco a estos dos. Si fuese algo cíclico (como sucede en la NBA, en la que franquicias marcan épocas, para luego ser sustituidas por otras que hacen lo propio) sería aceptable, y más: deseable. Pero en mi opinión, empobrece la competición.
Sólo es me ocurren dos soluciones al asunto, o limitar los salarios por club (como en la NBA, en donde un equipo tiene los jugadores que quiera, les paga lo que quiera, pero la suma de todos los salarios tiene un máximo, que es igual a todos los equipos. Superar este límite supone pagar una barbaridad a la NBA por cada dólar de más, cosa que casi nadie y casi nunca hace), o bien crear, definitivamente, una liga europea, y que los poderosos clubes de Europa, se enfrente entre sí, para dejar las competiciones domésticas a clubes que sí las disputarían en igualdad de condiciones.
Ya es casi imposible pensar que un Valencia, Sevilla, Depor, Villarreal, Atlético de Madrid u otro, pueda arrebatar el título liguero a las dos superpotencias. Algo que hasta hace bien poco era más bien una opción real, y que, de hecho, sucedía de año en año.
Mientras tanto, seguiremos a una pantomima de Liga, en la que 18 ni siquiera seguirán la estela de los 2. O como mucho, y en el mejor de los casos, uno de los dos tendrá un año horrible, y a lo mejor queda cuarto o tercero, en detrimento de algún modesto, que ese año quedaría segundo, porque es impensable que los dos grandes fallen el mismo año.
En conclusión: mucho dinero para dos, muchos fichajes para dos. Y poco más.
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