Escribir canciones.

Es una de mis mayores aficiones. Y muchas veces me preguntan cómo se hace, qué proceso lleva, ...

Bueno, realmente no hay nada establecido de antemano, ni hay un esquema a seguir; pero a groso modo sí puedo narrar cómo suele nacer una canción.

Hace así como 16 años andaba yo tocando la guitarra. Jamás se me había ocurrido que yo fuese capaz de componer nada. Siempre tocaba canciones de otros.

Pero de pronto, tocando como quien no quiere la cosa unos acordes, empiezo a tararear algo que no me suena. ¡Anda! ¡Estoy componiendo! Y es así como generalmente empiezo a componer una canción. En una secuencia de acordes encajo una melodía.

La melodía la voy tarareando pero a medida que se me ocurren, engarzo palabras. Es un primer boceto de lo que será la letra.

Voy así construyendo las distintas partes de la canción: Intro-Estrofa-Puente-Estribillo. No siempre es el mismo esquema, pero es el más habitual.

Más o menos tengo la melodía clara. Es el momento de la letra. Inicialmente no cuadro una letra definitiva, pero sí una provisional que me sirva luego para tener clara la métrica. Son frases sueltas, algunas incluso en inglés.

Ya tengo clara la métrica. Si me vienen ideas de letras, las voy escribiendo, pero sin prisas. Ahora toca montar la grabación de la canción.

Al componer no he decidido qué estilo tendría la canción. No sé si pop, algo más rockera, un poco sesentera, rock and roll, swing,... Generalmente tardo poco en decidir qué estilo quiero para cada canción, así que una vez decidido, pasamos a la fase de grabación.

Comienzo grabando con guitarra y voz una guía que me sirva para lo que viene después. Sobre esta primera toma grabo la base rítmica. Tras ella, el bajo. Después las primeras guitarras y finalmente la voz. Lógicamente, hay que borrar la primera toma que me servia de guía.

A partir de ahí caben los arreglos que uno quiera añadir: cuerdas, piano, órgano, sintetizadores, más guitarras, coros,...

Y la letra definitiva surge en cualquiera de los momentos. Sólo hay que esperar y cazar las palabras cuando pasen delante de la canción.

De modo muy sintetizado, pero más o menos esta es el proceso que puede seguir cualquiera de las canciones de Overbooking.