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lunes, 29 de septiembre de 2008

Lolo Silva dimitió.

Lolo Silva, hasta hace poco concejal de juventud y deporte del Ayuntamiento de Sevilla, ha dimitido.

Para mí no es una buena noticia, porque con semejante elemento lo que procedía era un cese, y no una dimisión.

Para el que no lo conozca, se trata de un individuo de Izquierda Unida, que desde que gobierna con el PSOE (a pesar de que el PP ha ganado las dos últimas elecciones) se ha dedicado a hacer y deshacer en su concejalía como su entendimiento político le ha dado a entender. Escándalos como el de la Cubierta de la Copa Davis, la continua subvención a brigadistas comunistas para viajar a Venezuela y Cuba, organización con dinero público de conciertos subversivos y de homenaje a asesinos y terroristas (Guevara), cesión de lugares públicos y edificios municipales siempre a los mismos grupos de su cuerda política, contratos a tutiplen con una empresa de su primo (incluso tuvo la desfachatez de decir que no sabía que era su primo), la colocación de su propia madre.

En este blog podéis encontrar algunos artículos dedicados a este personaje corrupto que sólo ha gobernado para sus comunistas, dejando de lado a todos (la mayoría) los que no pensasen como él.

Era vergonzoso tener un gobernante que públicamente alaba dictaduras, que se declara admirador de asesinos y tiranillos sudamericanos. Siempre me pregunté que por qué no se iba a vivir a uno de sus paraísos comunistas... Si un día topo con el, además de echarme mano a la cartera, le preguntaré cuándo se marcha a Cuba para siempre.

Lo dicho, que el tío ha dimitido.................y Monteseirín no ha dicho nada, ni lo ha cesado. Empezó Lolo Silva de modo vergonzoso, y acaba aún peor.

domingo, 28 de septiembre de 2008

El niño con el pijama de rayas.

Hacía tiempo que no iba al cine. Antes de nuestra boda era uno de los planes más repetidos, pero lo cierto es que de casados apenas hemos ido un par de veces.

Este fin de semana retomamos la idea con una auténtica maravilla.

Es una de las lecturas que tenía pendiente, pero no quise dejar la oportunidad de ver la película.

No voy a entrar en parámetros técnicos, pues no tengo ni idea de cine, lo que sí sé es que me ha encantado. Cómo la ingenuidad de un niño se sobrepone a la barbarie de los adultos.

De la sala salimos todos con caras serias y en un espectacular silencio.

¿Debemos quedarnos con el mensaje? Creo que no debemos, jamás, olvidar lo que sucedió. Debemos tener siempre presente que millones de alemanes le siguieron el juego a Hitler y sus jerifaltes. ¿Cómo? A veces nos dejamos llevar por líderes que nos venden asuntos para tapar las verdaderas necesidades del país. Entre otras muchas razones, en la Alemania Nazi se utilizó el tema "judíos" para quitarse de encima el fracaso económico, el paro y la penosa situación en la política internacional de Alemania. Utilizaron los dirigentes para su propio provecho dos o tres cuestiones para realizar sus planes personales. En ese caso era la creación del III Reich más allá de las fronteras alemanas.

Absurdo, ¿verdad? Es como si un gobierno se dedica a legislar sobre cuestiones no esenciales para evitar que se hable de la desastrosa situación económica, o de otros problemas que desgastarían a los gobernantes. No sé si esto pasa en pleno siglo XXI.

sábado, 20 de septiembre de 2008

El Infierno.

Recientemente hablaba con un amigo sobre si la Iglesia establece si existe o no el Infierno. No ya como lugar físico o como estado, sino sencillamente si existe o ha sido siempre un cuento.

Como es lógico, cada cual puede creer lo que quiera, lo que también es lógico es que si uno se siente dentro de la Iglesia, debe sentirse así aceptando sus enseñanzas, y no escogiendo aquéllo que más le gusta o conviene en cada momento.

De existir el demonio y el infierno, desde luego su mayor triunfo es que no se crea en ellos. Es como el espía, para ser más eficaz, debe actuar en un lugar donde nadie sepa que trabaja como tal, donde su actividad no sea vigilada. En el momento en que se sepa de sus actividades, crece la vigilancia y aumenta la dificultad del espía por lograr sus objetivos.

¿Qué dice la Iglesia sobre el infierno?

Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".

Así lo manifiesta el Catecismo de la Iglesia Católica. Sencillo. Sin rodeos ni historias extrañas.

Está claro que no es un lugar físico al que llegar con la ayuda de un GPS, cuestión lógica si atendemos que tras la muerte las dimensiones físico temporales no son como las concebimos en vida.

Entonces, ¿cómo es que Dios, infinitamente bueno, permite el infierno?

Esta pregunta es más sencilla aún de contestar. Dios, en un infinito amor a nosotros, quiere que seamos nosotros, libre y conscientemente, quienes decidamos entre amar a Dios o no amarle. Que decidamos si seguir el camino que nos lleva a Él o decidir otro que nos atraiga más. Así, Dios nos deja la puerta del Cielo abierta, pero no nos obliga a entrar si no queremos. No darnos opción de elegir (es decir, lo único que hay al final es el Cielo para todos) sería muestra de que no nos ama infinitamente. Sería muestra de un limitado amor impropio de Dios.

No es Dios quien nos envía al infierno, sino nosotros quienes, en completa libertad, decidimos con nuestras obras en vida si vamos a ir a un sitio o a otro.

Así se responde esta pregunta. Dios no quiere que vayamos, pero su amor es infinito, y como tal, debe ser, ese amor, consciente de que debe ser correspondido en libertad de elección.

Y es en esa libertad que nos concede, fruto de su amor, donde se encuadra las metas: uno elige un camino u otro. Y no hay más.

Los que van al infierno, ¿no salen nunca?

Algunas posturas tibias y huidizas el magisterio de la Iglesia logran admitir la existencia del Infierno, pero lo diseñan como algo temporal. Absurdo y erróneo. La explicación es sencilla, a la vez que extremadamente difícil de asumir si pensamos con perspectiva terrenal.

Tras la muerte, digamos, no nos servirán los relojes ni los calendarios. La dimensión temporal desaparece, no hay tiempo. La eternidad no es un día tras otro y tras otro y tras otro. No. La eternidad es la ausencia de tiempo, la eternidad es ayer, hoy y mañana todo a la vez.

Así, si no hay tiempo... ¿cómo va a ser el infierno temporal?

Cosa distinta es el purgatorio, del que podremos hablar otro día.

Entonces, ¿el infierno quema?

Siempre nos lo hemos figurado como un fuego que nunca se acaba. En la necesidad humana de imaginarnos todo, así lo hemos concebido siempre. No es que esté desencaminada esta postura, pero sí es cierto que el fuego no sería tal y como lo entendemos, sino más bien como estado o consecuencia de la situación a la que habríamos llegado.

El infierno comprende dos tipos de penas: la pena de daño y la pena de sentido.

La pena de daño, que constituye propiamente la esencia del castigo del infierno, consiste en verse privado de la visión beatífica de Dios. Es decir, saber que jamás veremos a Dios, una vez que ya habremos comprendido todo.

La pena de sentido consiste en los tormentos causados externamente por medios sensibles (es llamada también pena positiva del infierno). Sería la externalización de la desesperación y del dolor. No física, claro está, sino del alma.

Pero, ¿habla Cristo del infierno o lo hemos inventado después?

Pues lo cierto es que sí, los Evangelios recogen multitudes de referencias directas de Cristo al infierno.

Mateo 5:22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.

Mateo 5:29 Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.

Mateo 10:28 «Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna.

Mateo 23:33 «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna?

Santiago 3:6 Y la lengua es fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua, que es uno de nuestros miembros, contamina todo el cuerpo y, encendida por la gehenna, prende fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos.

Entonces, si el infierno existe, ¿es nuestra fe una fe basada en el miedo?

Rotudamente NO. El miedo es humano, y como tal es inherente a nuestra naturaleza. Tendremos miedo o no a una cosa, pero no debe condicionar nuestra actitud hacia la vida. Uno, por ejemplo, le puede gustar mucho viajar, a pesar de darle algo de miedo volar. Ese miedo a volar no es el que condiciona la actividad a realizar, se sostiene, se lleva mejor o peor, pero desde luego no es el motor que mueve la actitud hacia los viajes.

Del mismo modo, el miedo al infierno es natural, puesto que conocemos nuestra debilidad y sabemos que el riesgo de acabar en el infierno es real. Pero por encima de todo tenemos el amor de Dios, la esperanza de su perdón y millones de posibilidades de decirle sí a Dios.

Y, en conclusión, es el amor a Dios el que nos debe guiar, es la esperanza, la fe, las que nos deben mover, jamás el miedo. Y si hay miedo, debemos usarlo en provecho propio: es saludable que en momentos en que perdamos momentaneamente la perspectiva del amor a Dios, usar ese miedo para evitar ofenderle. El refranero es rico: no hay mal que por bien no venga.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Cumpleaños.

Antes de ayer, día 10, fue mi cumpleaños. O al menos eso creía...

Me explico: a mí se me va la cabeza de vez en cuando y me da por pensar ocurrencias que reconozco que no sirven para nada... pero se me ocurren, y ya está.

Veamos: estamos acostumbrados a celebrar el cumpleaños el mismo día en que nacimos (de otro año, se entiende). Pues creo que es un error. Lo vemos con un ejemplo:

Yo nací el 10 de septiembre de 1.974, con lo cual, ese fue mi primer día de vida. A todos los efectos, el día de nacimiento se cuenta completo, es decir, no asumimos la mayoría de edad a una hora de un día, sino un día.

Pues bien, si ese fue mi primer día de vida, y el primer día de mi primer año, habré cumplido 365 días, y por tanto 1 añito, el 9 de septiembre de 1.975, ya que, precisamente, el 10 de septiembre de 1.975 estaré empezando la cuenta de mi segundo año de vida.

O sea, que si no estoy equivocado, lo que de verdad celebramos es nuestro aniversario de nacimiento, no el cumpleaños, que según esto deberíamos celebrarlo, siempre, el día antes del aniversario.

Leo esto un par de veces antes de darle al botón de "publicar" y la verdad es que a mí me convence.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Con P de Panfleto.

Este verano, por cosas de la vida, cayeron en mis manos algunos ejemplares del periódico Público (con P de panfleto). Y no del mismo día, no, sino de días diversos.

Como andaba de vacaciones, y por tanto con tiempo libre de sobra, me dispuse en las diversas ocasiones a leer ese periódico, con tal mala prensa (con P, también de panfleto).

De entrada lo veía delgadito, más bien flacucho, pero se entiende, quizás, que al ser un rotativo joven, tenía a la mayor parte del personal de vacaciones y realizaban una tirada algo más recortada.

A medida que pasaba páginas (con P de panfleto) mi sorpresa se tornaba en indignación. Deben haber contratado a maestros de la tergiversación, expertos en demagogia y líderes en la injuria escrita.

Como muestra un botón. En uno de los editoriales, que debí haber guardado por lo sectario e ignominioso, una de las presuntas (con P de panfleto) estrellas del diario, titulaba algo relacionado con la Derecha y la Iglesia (nada bueno para éstas, claro). Leí ávidamente el editorial esperando encontrar algún justificante del referido título. Al parecer el presunto periodista (con P de panfleto) narraba un episodio con un taxista de Madrid. Como buen taxista, tenía la radio puesta. Tocaba noticias. En las noticias hablaban de un inmigrante que había delinquido. El taxista, en un alarde de imprudencia y mostrando más bien poca sesera, se lió a lanzar improperios contra los inmigrantes, que si él haría esto, que si él haría lo otro. No consigo recordar frases exactas, pero desde luego eran bastante nefastas. Acabé de leer el presunto artículo y no aparecía por ningún lado que el taxista se hubiese identificado con la derecha política, ni mucho menos manifestó su condición de creyente (de cualquier religión).

Pero esto no fue impedimento para que el editorialista se le fuese la mano y dejase el mensaje ahí bien claro, catalogando a la derecha y al creyente de racistas, xenófobos y cosas peores.

El problema es que hay gente que lo va a dar por dogma de fe, que así lo cree y el artículo de Público (con P de panfleto) viene a refrendar sus tesis.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Bibiana Aido a lo suyo.

Y lo suyo ya se ve de qué va.

No entendí la creación de un nuevo ministerio, con el gasto que ello conlleva, en la coyuntura en la que nos hayamos. Y menos con la ministra que nos ha tocado sufrir.

Ahora le toca el turno al aborto. No estaba en el programa electoral, pero muchos sabíamos que era una de las prioridades de este gobierno.

Ha declarado Aido que quiere una ley que garantice los derechos fundamentales y libertades de la mujer y de los profesionales sanitarios. Y punto.

Ni una palabra de los derechos del padre, que digo yo que tendrá algo que decir. Más grave es la cosa si atendemos al ministerio del que parece nacer la propuesta: Ministerio de Igualdad. Pues en este tema no parece hacer honor a su nombre.

Y, claro, nada de los derechos del concebido y no nacido. Para mí no hay ni excusas ni cortinas morales, hablamos de matar. El aborto es matar, ni interrumpir el embarazo ni cursiladas por el estilo. Aido está hablando de facilitar la matanza de inocentes.

No me valen razonamientos ni supuestos extremos, aquí no hay nada que justifique lo que es realmente el aborto. No voy a entrar en el juego de limpieza moral y de conciencia de diferenciar los casos y supuestos.

Y mientras, la supuesta oposición tan solo dice, sin fundamentar, que se opondrá.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Pistas para Garzón.

Pues ya que nuestro juez Baltasar Garzón parece que va a dedicar esfuerzos a recopilar datos de fallecidos en la guerra (cosa que no está mal, la verdad), parece que le pide datos a numerosas entidades, como parroquias, para facilitarle la labor.

Yo también quiero echarle una mano, podría enviarle una carta a Carrillo, que de estos temas sabe más que nadie, y si por culpa de la edad ha perdido la memoria, que mande una carta a la dirección del PCE, que debe guardar muchos archivos de muertos en la guerra.

Yo sólo le doy ideas.

Por cierto, don Baltasar, ¿dónde queda la independencia del poder judicial cuando sabemos la tendencia política, públicamente manifestada, de un juez?